YANASARA LUGAR TURISTICO PARA PASAR UN
BONITO FIN DE SEMANA
Un viaje a la provincia de
Sánchez Carrión, no estaría completo si no se visita Yanasara, un bello rincón
interandino a orillas del río Chuzgón. Desde Huamachuco a este balneario de
aguas termales hay treinta kilómetros que se recorren el aproximadamente tres
horas por una carretera más que interesante atravesando pintorescos caseríos
como Sausacocha, Yanac, Olichoco, el siempre temido paso del Potrerillo y
Anamuelle, ruta que nos permite apreciar paisajes inolvidables. Unir ambos
lugares significa descender desde los 3 169 m.s.n.m. en que se ubica Huamachuco
a los 2 200 m.s.n.m. en que se encuentra Yanasara.
La carretera empieza a descender luego de pasar la laguna de Sausacocha.
Después de Yanac, a la derecha se presenta la quebrada que conduce las aguas
del rio Olichocho al rio Chuzgón. Desde Anamuelle se divisa, en su mayor
extensión, el valle del rio Chuzgón que corre entre los flancos de la
cordillera Occidental y la Central de los Andes cuyo recorrido terminará al
encontrarse con el rio Marañón en su paso hacia la selva amazónica. Al frente,
podemos divisar los caseríos de Chalar y Cochabamba, abajo Yanasara y mas allá
el puente Pallar desde donde parte la carretera que lleva hacia Calemar al pie
del Marañón, célebre por ser el lugar donde se desarrolla la novela “La
serpiente de oro” del ilustre Ciro Alegría.
Dejando
la carretera que se dirige a Pataz se toma el desvío hacia el Albergue “Padre
Jaime Gari” donde uno se puede hospedar con toda comodidad. Al frente están las
aguas termales, que por su infraestructura, han hecho célebre a este hermoso
rincón andino. Pocos lugares en serranía liberteña nos aseguran buen
alojamiento y alimentación, esmerada atención además de hermosos paisajes. En
este paraje, de clima templado y agradable, ya no ingresa señal para los
teléfonos celulares así que el “descanso y relax” están asegurados. La obligada
fogata por la noche, en la que los cuentos de terror son un componente
inherente, hacen de ella un recuerdo inolvidable; con mayor razón si aparecen
las estrellas fugaces en el firmamento.
Ni que decir del reparador chapuzón en la piscina de aguas termales a 40 º de temperatura. Si uno prefiere puede utilizar las pozas privadas o las duchas. Hay para todos los gustos. Estas aguas afloran naturalmente al pie del cerro y son canalizadas hasta las instalaciones debidamente acondicionadas para su disfrute. Análisis realizados nos informan que éstas contienen cloruro de sodio, cloruro de calcio, sulfuro de sodio, hiposulfito de soda y hiero, siendo muy beneficiosas para combatir el reumatismo.
Por sus características Yanasara es uno de los lugares que no provoca dejar, aquellos en los que uno quisiera permanecer más tiempo, de allí su importancia turística. Es un lugar donde se combina el bello paisaje natural y los buenos servicios que se prodigan en el albergue a cargo de los sacerdotes franciscanos. Toda una seguridad para el viajero. Un lugar donde un buen libro o una buena conversación se privilegian.
Yanasara, a mi criterio, está llamada a ser uno de los lugares que todo liberteño debe conocer “antes de morir” y como su paso por Huamachuco es obligatorio, debemos interesarnos por visitar también Markahuamachuco, Wiracochapampa, la laguna de Sausacocha, su Plaza de Armas con sus alegorías botánicas y sentir del mensaje histórico que trasunta la ciudad, cuna de José Faustino Sánchez Carrión, capital que fuera declarada “Ilustre y fiel ciudad” por don José de San Martín y “Tierra clásica de patriotas “ por Simón Bolívar. Toda una garantía de un viaje inolvidable.
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